Estos pendientes únicos capturan la delicadeza y elegancia de la flor de hortensia, realzada con un toque de lujo gracias a su borde dorado. Cada flor, cuidadosamente trabajada a mano, refleja la belleza efímera de la naturaleza, mientras que la piedrecita de cristal austriaco añade un destello de sofisticación. Perfectos para quienes buscan un accesorio que combine artesanía, exclusividad y un toque de glamour, estos pendientes son más que un complemento: son un símbolo de estilo y conexión con la naturaleza.
Gancho de acero dorado.